lunes, 16 de marzo de 2009

Mi debilidad en ricos Fandangos

Lástima que en Córdoba no los vendan. En el último viaje a Brasil me compré dos bolsas para no ser taaan gorda. Una me la devoré allá y la otra me la traje de reserva. La conservé durante casi dos meses…cada vez que entraba en la despensa de mi casa la veía con ojos tentadores…la bolsa me llamaba, pero no le hacía caso. Debía guardarla para una ocasión que mereciera abrirla y disfrutar de esa especie de chizitos minis con sabor a jamón. Un placer para el paladar!
Hasta que finalmente la semana pasada mi ansiedad no aguantó más y arrasé con los Fandangos. Sola, solita, me comí uno a uno. Al principio con ferocidad, pero a medida que la bolsa se vaciaba, disminuí mis impulsos devoradores y empecé a saborearlos y a lamentar tener que esperar un año o más en volver a sentir el sabor de este vicio gastronómico.

Registro de mi gordura con Fandangos, Brasil 2008

7 comentarios:

azul dijo...

Leyendo me acorde..
Cuando viajé lejos, donde no existe nada (en serio nada), me lleve un par de chocolates para no extrañar, pero la fuerza de voluntad me duro menos de 1 semana xD.
Bueno tu blog. =)

Bel. B dijo...

Tal cual Azul! El hambre o la debilidad pueden más!
Gracias por pasar y bienvenida!

Vicky dijo...

jajaja yo soy igual!!! en el último viaje que hizo un amigo a EEUU le encargué especialmente unos chocolates que me fascinan, y hacía años no podía comer(los Reeses cups, hiper recomendables) !! Intenté controlarme y hacerlos durar, pero los comí tipo desaforada en 3 días..un horror!!! jaja

Besos Bel

Bel. B dijo...

Es que es así Viqui!! es como un imán tener algo que nos gusta tanto y no poder comerlo! Aún no se cómo hice para hacer durar la bolsa dos meses!!!
Beso!

Anónimo dijo...

momentos de debilidad, cualquiera los puede tener en la vida...y mas si esos fandangos estan tan buenos como dices... :)

Anónimo dijo...

estás más buena que comer pollo con la mano!!!

Gonza dijo...

me pasa exactamente lo mismo! y con los fandangos! antes también con los stickladinhos de Brazil, pero los empezaron a vender en Uruguay. para mí es como si ese lujito culinario llevara consigo mi melancolía de estar haber estado en ese lugar, y tener que esperar tanto para volver. pd.:imaginate ahora que hace casi medio año que estoy a 10mil kilómetros en lugar de 400.