viernes, 28 de noviembre de 2008

En noches estrelladas unos ojos dormidos miran el cielo y se enredan con las estrellas que a viva voz quieren lucir en el escenario de millones de almas vagabundas. Se entretiene jugando con los brillos que una vez sintió en su cuerpo. Y dibuja figuras y va uniendo una a una las lamparitas que iluminan su alma reposada en el césped. Mientras tanto las hormigas disfrutan de las montañas que ese día aparecieron en su sitio, y suben y bajan divirtiéndose en la inmensidad que representa ese bulto.

Y las lágrimas dan de beber a las hojas de esa alfombra donde se mantiene acostada durante varios minutos que se transforman en noches eternas de no despegar la vista del cielo. La luna se mueve y va cambiando, y ella también la sigue con su mirada. Por momentos intenta perseguirla y sale a su encuentro.


Esa noche la luna no apareció y sintió la oscuridad en su alma, la misma por la que siempre se recostaba en el pasto. El jardín ya era laguna. Se le secaron los ojos y no quedó gota por salir. El vacío que la envolvía había llegado hasta el cielo: la luna la había abandonado. Sin embrago estaban ellas, las estrellas, que le transmitieron esa pizca de felicidad para tomar el impulso de levantarse y caminar hacia su cama, donde siempre lo esperaba con los ojos abiertos.

Dibujada

por mi hermana

miércoles, 26 de noviembre de 2008

El cierre

El cierre se rompió en el momento justo en que calzaba sus pantalones lista para asistir al evento. No le quedó opción más que optar por otro vestuario, ofuscada porque el anterior le quedaba perfecto y lo había diseñado en su memoria como el indicado para la conquista. Una vez finalizado el proceso de producción que incluyó aceptarse frente al espejo, maquillarse, volverse a mirar, perfumarse, mirar, dudar, aprobar; decidió irse. Ya estaba llegando tarde. Buscó su cartera, colocó todo lo necesario y mucho más y partió. Abrió la puerta y cuando intentó cerrarla, la llave quedó atascada. Un nuevo cierre que no podía cerrar. Se enfadó, pensó, buscó alternativas. Estaba sola. Muchas posibilidades no le quedaban. Debería faltar a la fiesta, en aquella donde conversaría con sus amigas sobre temas por cerrar. Parecía que el destino ese día le impedía cerrar, finalizar.
Y se quedó con un abanico abierto de oportunidades que debía solucionar: su pantalón, su puerta y la oportunidad de sentirse libre y en paz liberando sus sentimientos en charlas eternas de cigarrillo y café.
Otro día será.

Ayer terminé el Taller de Periodismo Digital que dio nacimiento a mi blog. Excelente. Recomendable. Y hace un par de semanas finalicé la Especialización en Comunicación Institucional que comencé a cursar en mayo. Conlcusión: me quedé sin actividades más que mi terapéutico y relajador pilates.
Y así voy terminando el año.
Hace unos días tuve un sueño medio extraño, en una de esas noches de calor insoportable de pieles húmedas y de pulmones ávidos de aire fresco. Soñé que estaba en una casa vieja y que me desesperaba por cerrar las puertas y ventanas. Y a medida que las cerraba, aparecían más y más aberturas. El fin del sueño fue casi pesadilla que me hizo despertar con el corazón acelerado y el pensamiento estancado en el cierre de las puertas. Algún significado debe tener. No quiero profundizar en Freud y sus explicaciones, pero este es precisamente un año de cierres, no de pantalones ni de puertas, sino de cierres internos que cosan lo que quedó herido, que unan lo roto y que junten los pedacitos de vida que quedaron por ahí.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Gracias!

Hoy me conecto y veo que mi amiga Ire me dejó en el chat una URL de consejo. Lo abro y lo veo. Ya había visto este video en una oportunidad que no recuerdo. Pero hoy fue distinto. Todas las palabras eran para mí. Y me hizo bien, y me sentí libre y feliz.
Gracias amiga por esto! En el momento indicado.
Y como dice el video: llevate un puñado de amigos para siempre. Vos formas parte de mi puñado amiga, a pesar de que te me vas lejos…

Cuánto te voy a extrañar!
Gracias, gracias, gracias!
No se lo pierdan. A muchos les puede ser útil.


jueves, 20 de noviembre de 2008

Agua y más agua

Estoy en “plan agua” que consiste en haberme comprado una botellita de medio litro y recargarla a cada rato, lo cual directamente me lleva a eliminarla también y tener que levantarme constantemente para ir al baño.
De todas maneras me hace bien, lo necesitaba.
El agua elimina toxinas, te hidrata, te vacía de malas ondas. Y necesito quitar de encima todo tipo de bad energy. Por ahí me doy cuenta lo bizarra que soy con mis posts, pero es el estancamiento por el que paso que llega directo a mis neuronas también.
No importa. De última el agua me hace bien.

Particularmente hoy quisiera que el agua te lleve bien lejos y arrastre lo que queda en mí…despojarme de lo que fui y lo que soy. Nadar contra marea y sentirme fuerte y sólida. Que la lluvia barra las huellas que me dejaste y que penetren por la tierra húmeda buscando el orificio donde descansar. Que las flores no nazcan en ese lugar para no verlas más. Eso quiero. Que queden bien guardadas y me permita continuar regando mi jardín.
A veces elimino el agua por los ojos y me pregunto a qué se debe: por lo que dejé, por lo que perdí, por lo que erré, por cómo estoy, por no saber cómo vivir así, por no reconocerme. No lo se. Hoy regué mis mejillas y me lo pregunté, pero no me respondí.


(feliz cumpleaños)

martes, 18 de noviembre de 2008

Ella = Yo

¡Actitud!

Las Telesitas


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Acá comencé a estudiar en el 2001.
Acá entré a trabajar en 2004.
De acá egresé este año.
Acá es donde todas las mañanas llego para despejar la mente y el alma.
Acá paso los días poniendo lo mejor de mí.
Acá bailo y canto y me divierto.
Acá aprendo cosas nuevas.
Acá almuerzo con mis compañeros.
Este lugar conoce mis ánimos, conoce cómo soy.

Hoy me nombraron “la Telesita” en referencia a una escultura de madera que desde el día que nos mudamos a Achával, allá por marzo, aún busca su lugar donde adornar. Yo no se si porque me vieron cara de adorno o porque me parezco a “la Telesita”, una mujer de no se qué año del 1800 que bailaba atraída por los ecos de la música. “Amaba la música y la danza, se apartaba del grupo de gente y sola bailaba acompañando los compaces de la música. Dando golpes sobre su cantarito bailaba marcando los pasos de la danza".

En esto último no me asemejo, soy media bruta moviendo el cuerpo. Ahora sí, hay una gran diferencia: dicen que “la Telesita” es milagrosa porque, entre otros poderes, tiene el de hacer aparecer lo perdido.

¡¡Cuánto he perdido y desearía hacer aparecer!! Materiales y no tanto.
En este lugar estamos “las Telesitas”.

domingo, 16 de noviembre de 2008

El lorerío (Árbol II)


Siempre nos sentimos hermanas. Tenemos un grado de conexión increíble. Cada una conoce hasta el ínfimo detalle de la vida de la otra. No pueden pasar más de dos días sin saber en qué andamos. Y cuando nos vemos podemos pasar horas hablando, porque siempre hay temas para ponernos al día. Somos muy distintas y eso es lo que nos hace ser tan unidas. Pero también somos tan iguales que hasta tenemos las mismas manías. Nuestros códigos son únicos. Una mirada o una risa prolongada puede dejar a más de uno con la intriga de saber qué encerramos en ese acto. Conoce toda mi vida, y yo la de ella. Compartimos colegio, viajes, vacaciones, amistades, aventuras, situaciones particulares, secretos, mates, noches de boliche, gimnasio, la Escuela de Danzas, la Escuela de Verano, hasta el mismo ginecólogo!
Recuerdo el día en que nos conocimos, hace 18 años. Fue en 3º grado (a pesar que desde jardín fuimos juntas). Ella se sentaba en la tercera fila y yo en la primera (ñoña). De chica sorprendía a todas las de nuestra edad por los objetos extraños que tenía: siempre con la innovación en útiles escolares. Ese verano había viajado a Brasil y se trajo la cartuchera con miles de botones de los cuales aparecía hasta un espejo!. Era la única en el grado que la tenía. Y yo…vacacionaba en las sierras (¡éramos tannn pobres! Jaja). En un momento aprieta un botón y saca un pomo. Yo me acerco, atraída por la tecnología de su cartuchera. Y me muestra el pomo, del cual salían burbujas como de goma (no las hechas con agua). Ella mostraba a todo el grado la novedad que tenía. Se me dio por pedirle que me lo preste (yo quería hacer burbujas también!!) Y me responde: no, es mío y no te lo presto!.
Parece que no me importó mucho su respuesta ni el cortadón de rostro que me hizo en ese momento, porque fue ahí mismo donde nació nuestra amistad. Las maestras nos decían “choncacos” (esos bichos que no se despegan). Íbamos abrazadas en los recreos caminando, hacíamos los famosos bloopers de Tinelli y nos pelábamos hasta las rodillas, actuábamos cantando “Quién es?, Soy yo!” de Los Pimpinelas…creo que éramos el hazme reír del colegio. Nosotras chochas. Qué buenas épocas!
Unidas, juntas y conectadas. Mi gran amiga: “La Ro”.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

En días como estos...

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De un tiempo a esta parte tropecé con muchas frases (algunas trilladas, otras acertadas, quizás una que otra indicada para una respuesta de no sabe no contesta). Todas, todas me tocan, me patean, me tiran, me influyen. En fin, me representan.
Nunca pasé por esta inestabilidad en todos los aspectos. Parezco de cincuenta. Hasta los calores me invaden (tipo menopáusica). Qué macana tener 26 y que estas palabras me encapsulen!
No estoy malaonda, sí un poco triste, a veces salto de felicidad, en otras me ahogo. En realidad estoy, no se cómo, pero estoy.
Tengo que hacer algo urgente!! Con esto me conformo: tengo una tarea pendiente (y eso significa mucho).

Tenés que ser feliz
Pare de sufrir
El pasado ya pasó
Vos podés
Dejá de llorar
Sos una loca
Te tomás todo muy a pecho
Vos hiciste todo lo posible
Sos joven, te queda mucho por delante
La vida es así
Si uno quiere, se puede
Qué te pasa?
Sos feliz?
Será que no te encontrás con vos misma…

Me quedo con la primera. Come on!!! Yo puedo!!!

(Este post tranquilamente podría titularse: Autoayuda personal, desahogo de un día agitado. Ya se, tengo que ponerle más “punch” al blog para que las loras y loros no echen a volar. Lo haré.)

martes, 11 de noviembre de 2008

Un regalito



Gracias Ele!

sábado, 8 de noviembre de 2008

...

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Te vi pasar en una de esas tardes en que del cielo las gotas se resbalan y mojan suavemente el pavimiento sediento. Con lentitud, tus pasos reflejaban lo que tu mirada intentaba ocultar. El paso de los años dejó marcas en tu cabello con colores extraños. Allí estabas, tan distinta. Te reconocí por esa voz ronca, que en aquellos instantes en que nos supimos cruzar, me hablaste. Rechazaba tus palabras por los precisas que eran, y por la confusión que me generabas. Me llevabas al pasado por viajes escurridizos en donde las flores arrugadas por el tiempo respiraban aire de juventud. Y ahí quedaba por horas construyendo imágenes, narrando historias, buscando respuestas, olfateando el destino. Y continuabas haciendo destrozos en mi mente, escarbando lo invisible, lo que nunca fue pero siempre existió.
Hoy te vi pasar y me di cuenta que traías un equipaje cargado de preguntas que nadan en el aire húmedo haciendo esfuerzos por ingresar en mí. No te quiero cerca. Pero hoy, cuando te vi, supuse que por un buen rato te ibas a quedar.

jueves, 6 de noviembre de 2008

En noches estrelladas

Retrocedes en el tiempo y te preguntás cuándo fue. En dónde estaba tu cabeza y tus sentimientos en ese instante. No sabés qué responder. Quizás dando vueltas en la almohada, patenado algunas sábanas enredadas, o divagando por tus sueños tan profundos que a veces confundías con la vida que caminaba a tu lado.
Tal vez te zambullías en esa pileta chata con agua turbia donde enloquecías, y al salir a la superficie respirabas con desesperación de un aire escaso. O estabas disfrutando de ver los insectos trepar por tus piernas y hacer el recorrido indiscutido entre tus pelos.
Nunca supo dónde estabas. Luego de aquella discusión entre actuar y no, te buscó de mil maneras, se empeñó con esfuerzo en tocarte pero siempre sus impulsos fueron fallidos. Sus dedos dibujaban surcos. ¿Dónde te habías metido maldito? Cada vez que la rozabas sentía que tu veneno nadaba en sus venas. La piel comenzaba a marcarse, a erizarse y sus deseos de que desaparecieras se esfumaban en el cielo. Por momentos le susurrabas al oído y no lograba descifrar tu mensaje. ¡Cuánto detestaba esos segundos de intranquilidad…y también de intriga!
No supo a dónde te fuiste. Te buscó…lo juro que te buscó. Pero desapareciste en la madrugada de un día transpirado.
Y así quedó, así la dejaste: con las piernas lastimadas por tus picaduras, ronchas distribuidas y una bronca acumulada de no haberte aplastado, maldito mosquito.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Y el despegue se hizo vuelo

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Septiembre: mes en que planificamos junto a Ire, Bel Tower y Merilen nuestro viaje a Buenos Aires con destino indiscutido de ver Madonna. No se ni uno de sus temas, más el estribillo de “like a virgin”!! No quería perderme un show de esas dimensiones. Festejamos, soñamos y bailamos desaforadas sus canciones haciéndonos las locas.
Final del cuento: no conseguimos entradas para el fin de semana. Si comprábamos las del miércoles nos quedábamos sin trabajo (y sin poder pagarlas!). Loras frustradas!

Octubre: prometimos ir igual. Madonna no iba a detener nuestras ganas de dar unos vuelos por la city porteña. Lo dejamos en stand by, con ansias de organizar más llegada la fecha.
Final del cuento: Merilen viajó a un congreso de We Media que le costó fortuna y se bajó del tren. Tower organizó un viaje a Chile con sus amigas para ese fin de semana largo de diciembre en que queríamos ir. Irenella con sus nuevos proyectos de vida no podía cambiar de árbol. Benarsssi se quedó sin viaje.

Noviembre 5: en una mañana de soledad generalizada en el entrepiso por reuniones varias, Irenella llegó y dijo: vamos a Buenos Aires!! Me quedé atónita por la decisión. Tower asintió porque su Chile ya quedaba lejano (y caro!). Benarsssi siempre disponible. Hicimos todas las averiguaciones del caso. Faltaba saber de “mamá Merilen”, pero prefirió el nido antes de ser despojada de su árbol.
Como de costumbre, festejamos antes de tiempo con bailes y gritos. A la media hora los pasajes cuasi reservados ya habían volado. Nos decaimos, pero las plumas se agitaron más aún.
Final del cuento: el sábado 6 de diciembre las tres loras pequeñas volamos a Buenos Aires!!! Un viaje soñado, un viaje planeado…un viaje que empieza a dibujarse y a tomar forma.
Por fin las loras despegamos!!

Un viaje despedida…

sábado, 1 de noviembre de 2008

Plumas con arena

Cerró el libro que escribió con una memoria agotada pero precisa y sintió un alivio en sus manos aplacadas de tanto olvido. Levantó la vista y se encontró con un desierto infinito. Los granos de arena fina se inmiscuían en sus ojos, que agitados intentaban observar… Observar la nada, la inmensidad que reflejaba su mirada. Descubrió que estaba sola. Volvió hacia el libro y no supo qué hacer. Ya había cumplido su objetivo: terminarlo. Y respiró. Y el aire seco se le clavó en los pulmones atabacados de tantas noches de insomnio en que trataba redactar sus últimas páginas. Y de los ojos lastimados por el viento brotaron lágrimas que humedecieron sus mejillas ásperas. Su alrededor era su desierto. Tomó impulso para levantarse. Las piernas acalambradas le temblaron. Hacía días que no comía y su cuerpo sentía la debilidad en la sangre. El corazón agitado y los músculos hechos añico. Decidió caminar y caminar. Abandonó su libro. Y quedó solo, comenzando a cubrirse de arena. De repente volteó la cabeza despeinada y lo vio desaparecer entre las dunas. Lloró. Sintió una puntada fina en su interior. Volvió en sí y continuó su paso en busca de aquello que era su destino.