El lorerío (árbol I)

Qué gratificante es compartir las mañanas con estas amigas.
Llegar al trabajo y verlas (o no, y chatear por la distancia física) para compartir una mañana que puede estar cargada de sueño, cansancio, penas, problemas, alegrías; de repente se transforma en otro día con ellas.
Son amigas que me escucharon mis largos relatos de mal de amores, mis tristezas, mis nervios, mis alegrías momentáneas, mis cotidianeidades.
Son amigas que se ríen de mis morisquetas, de mis bailes exagerados, mi canto lamentablemente desafinado.
Son amigas que me dieron sus consejos, su apoyo moral y sentimental, que me abrazaron fuerte en el momento justo en que necesitaba de ellas.
Son amigas con las que compartimos cumpleaños, festejos de logros, meriendas, helados.
Son amigas que están hasta en los fines de semana.
Son amigas que con una sonrisa, una frase, un mate o un criollo te cambian la forma de encarar el día.
Son amigas con las que compartimos terapias grupales, malhumores, experiencias de vida.
Son amigas con las que podemos reirnos a carcajadas o aguantarnos las malas caras.

Son personas maravillosas.
Ellas, no son compañeras de trabajo. Son mis amigas.
Gracias chicas!! Que hoy esté bien se lo debo en gran parte a todas ustedes.
(Grosas!!!)

Me la dedico

No es que el autoestima haya llegado a límites impensados a causa de mis alegrías!! Pero...de vez en cuando, suelo regalarme algunas plumas para cosquillear al alma como autoayuda personal.
Muy buena canción, de "El Amor en los Tiempos de Cólera".

Mundo de novelas

Siempre fui “novelera”. En todos los sentidos.
Anhelaba correr a la casa de mi abuela que vivía en el departamento 4 (y nosotros en el 1), porque en casa no me dejaban verlas y mi nona me complacía en todo. Nos sentábamos las dos a mirar la tele. Yo me ponía detrás de ella en el sillón y la peinaba, o le pintaba las uñas. Nos pasábamos las tardes juntas compartiendo las aventuras de las novelas de aquella época. Algunos días optaba por quedarme en casa, y tirada en el sillón a un metro del tele (por eso quizás ahora use lentes…me decían que hacía mal estar tan cerca del televisor ja!), y con el pote de dulce de leche en mano, disfrutaba las cucharadas con las historias de la pantalla.
Recuerdo que cuando mis viejos salían de noche a algún evento y nos dejaban al cuidado de “la Rosa” (que desde el día en que nací a hoy, nos sigue acompañando en la limpieza de la casa), aprovechaba para ver esos programas “prohibidos” por ser para mayores de edad. Me encantaba ver a las “Gatitas de Porcel” (no hay forma!). No entendía nada del contenido, pero soñaba con esos disfraces de las bailarinas!!! Y Rosa me retaba!!
Ya de más grande sólo podía ver las novelas de la noche por una cuestión de tiempos y horarios. Y ahora casi ni veo televisión.
Las de antes eran más sanas, más románticas, más novelas.
Acá, una lista de mis novelas:

• Quinceañeras


• La extraña dama


• Abigail


• Más allá del horizonte


• Cristal


• Pantanal


• El derecho de nacer


• Las dos Dianas


• Marisol


• La banda del Golden Rocket


• Carrusel


• Montaña Rusa


• 90-60-90 Modelos


• Regalo del cielo


• Amigovios


• Cebollitas


• Chiquititas


• Muñeca brava


• María la del barrio


• Marimar


• Mi pequeña traviesa


• Nano


• Retrato de familia


• 099 Central


• El Clon


• Culpable de este amor


• Vernano del 98


• Yago, pasión morena


• Jesús, el heredero


• Los médicos de hoy


• Milady, la historia continúa


• Padre Coraje
  

Y seguro me faltan varias por enumerar!!! Simplemente una lora novelera.

Cuáles fueron las novelas que marcaron tu infancia / adolescencia?

Enredada

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¡Qué contenta estoy!
No se porqué y se mucho también porqué.
Muchas cosas, cosas lindas.
Entre ellas:

• Ayer terminé mi tratamiento corporal después de dos meses y medio. Qué bien se siente una cuando ves los resultados en cuentas numéricas, reducción de centímetros, pérdida de peso... que te hacen sentir un diosón aunque haría falta un Photoshop de por medio. Sin embargo, no paro de picotear los criollos de todas las mañanas o alguna que otra medialuna de las ricas que compra Tower.
  
• Estoy copada metiéndome en la Red. Marilen, la Jefa de Internet para muchos, es mi amiga del trabajo. Una de las loras del entrepiso. Sentada a escaso metro de mi computadora me enseña la “autogestión de contenidos en Internet”. Ella está a cargo de armar el nuevo sitio del CUP (donde trabajo) y yo sería una especie de discípula de ella (cuasi ñoña). Aprendo memoriosamente todo lo que me indica y es un trabajo que me está empezando a gustar mucho.
  

Llegó el fin de semana. El viernes me llama desde afuera. Tengo que irme. Ya sonó el timbre del recreo.

Un vuelo corto para no perder tantas plumas.

"La Lili"

Ella es así. Divertida. Sonriente. Conversadora por demás. Excelente madre. Muy buena hija. Esposa maravillosa, atenta y servicial. Muy querida por sus suegros.
Disfruta sus tardes con amigas…esas sí que son loras!!
Compradora cuasi compulsiva, para con todos nosotros: marido, hijos, sus viejos, ella. Qué buenos regalos!!
Obsesionada con su cuerpo. Le encanta el gimnasio, caminar (hizo gimnasia hasta el día antes de parirme!!) Vive haciendo dieta pero de nada sirve, picotea cual dulce haya dando vueltas. Incluso los esconde y ella también se oculta para poder comerlos mientras nadie la mire.
Cocina como los dioses. Respostera incomparable. Se extrañan sus cenas en las semanas que está en Buenos Aires.
Fumadora media relegada.
Hiperactiva. Trabajadora y ama de casa full time. A veces pienso cómo le alcanza el tiempo para tanto!
Cuando éramos chicos nos llevaba a toda actividad que nos fuera a ser útil. No dormíamos siesta, en reemplazo hacíamos las tareas del colegio con mis tres hermanos y ella sentada en la punta de la mesa, dictándonos, revisando carpetas, tomando lecciones. Muy exigente.
En el verano nos compraba unos libros Santillana que en formato de juegos te hacían repasar lo aprendido en el grado anterior. Estaban buenos, incluso con Florencia se los pedíamos con instistencia (éramos ñoñas, pero eran divertidos).
Le encanta leer. Ha retomado su rutina de lectura después de muchos años.
Habla con todo el mundo, conozca o no.

Cada vez le cuesta más conectar frases y temas, sus palabras van más rápido que su mente!!!
Se preocupa por todo.

Se cuelga en el teléfono por horas.
Le encanta hacer Autodefinidos y Crucigramas.

Ama el helado.

Inteligente.
Muy católica pero también cree en la energía, la reencarnación y en lo oriental.
Solidaria, completamente. Ayuda a media humanidad: colabora con UNICEF, Radio María, La Luciérnaga, a todo quien toque el timbre en casa, a los limpiadores de vidrio generando hasta peleas con quien maneje en ese momento.
Nos aconseja siempre que le demos cabida.

Se mete en cual conversación esté sucediendo en su radio, aunque no sea el más próximo.
Hija única pero con miles de sobrinos adoptados.
Ella es mi vieja, mi ma. Cuánto la quiero y qué pocas veces se lo he dicho!!!
Qué lazo tan fuerte hay entre nosotras vieja! Tan parecidas, y tan diferentes a la vez.
Ella es mi vieja, “La Lili”.

¡Felíz día Ma!

Un Stop!

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No hay mejor remedio para levantarse que ver que los días van aclarando cada vez más temprano. No se si son mis deseos de que llegue el verano o qué, pero me dan más ganas. Me cuesta menos sacarme las colchas de encima.

Detesto el frío y la oscuridad para comenzar la jornada. Esas ganas terribles de estirar el reloj unos minutos más. Y lo peor es hacer la cama y sentir las sábanas calentitas mientras vos te sentís un freezer.

Cuando empieza esta época todo cambia. Hasta el humor. Saber que llega fin de año y con sigo las vacaciones.

Hace poco un compañero del trabajo me dijo: “¿para qué querés que sea fin de año? No te das cuenta que se pasan los años y cada vez somos más viejos!!”. Sí obvio, respondí. Pero cada vez que empiezo el año y veo que a mi agenda le faltan cientos de días por pasar, me deprimo. En cambio, verla ahora con poquitas hojas que restan escribir me da más impulso para abrirla cada mañana cuando llego.

Disfruto la luz, disfruto el calor, guardar de una vez por todas las malditas botas, los sacones que me ocupan lugar, dejar de ser una cebolla con tanta ropa encima que no sólo molesta ponérsela (tardás más tiempo en vestirte) sino que también pesa. En cambio, con el calor te ponés unas ojotitas, poca ropa y todo es distinto. Te dan ganas de salir a comer y disfrutar de una cerveza, las noches son más lindas, las tardes increíbles. A pesar de que paso la mayor parte del tiempo en el trabajo y también desearía estar en una pileta tomando sol y fumando un cigarrillo. Soy insaciable.

Llega esta altura del año y en lo único que pienso es en las vacaciones.
Pero…más allá de esto, cada vez me cuesta más despertarme, a pesar de ver el sol que cruza la ventana. No puedo abrir los ojos. Agotada ya de todo. Quiero un stop!! Basta de trabajo, basta de pilates y el tratamiento. Basta de cursos! Horarios de búsqueda al aeropuerto. Quiero descansar!!!

Lo peor es que el domingo cambiamos la hora una vez más! Maldito el Gobierno y sus ridiculeces. Si ya es un sacrificio levantarme, me imagino el lunes.
Por las dudas avisé que si llego al mediodía no se asusten!

Noche de teatro

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Mi mamá: Yo ya les dije a tus hermanas (Florencia y Juli), y ahora faltás vos…

Yo: ¿Qué pasa Ma? (se me cruzaron miles de cosas por la cabeza, pero su cara no denotaba preocupación).

Ma: No…bueno…viste que hay una obra de teatro en la Ciudad de las Artes “The pillowman”, y bueno, aprovechando que no está papá ((mi pensamiento:¡excusa! desde julio que mi viejo vive en Buenos Aires por trabajo)) y que él no me lleva ((mi pensamiento: su razón principal)), las invito a ustedes así vamos todas al teatro.

Yo: Buenísimo!! Sí de una, vamos!!

Más de seis años que no iba a ver una obra de teatro interesante.
Qué lindo es volver al teatro!!
Qué bueno tener un programa diferente, salir con mi vieja y hermanas disfrutando de la libertad de hombres.
Actores increíbles, una trama fuerte pero interesante, risas, lágrimas, mucha gente.
Excelente.

Domingo

Día raro si los hay!!
Día para descansar de un sábado de salida.
Día para compartir en familia un asado que se extraña.
Día más que solitario.

Día para leer el diario o el libro que me espera en la mesa.
Día para dormir, ver una película.
Día para pasear, para ver el sol.
Día para comerse todo.

Día particular.
Domingo, día exclusivo.

Es el único día que a eso de las siete de la tarde, te genera esa depresión de saber que ya termina y que mañana hay que trabajar.

Por suerte mañana es feriado.

Foto: flickr.com

Momentos

(Este texto lo escribí a principios del mes de julio, cuando el tiempo comenzaba a cambiar)

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Hay momentos en la vida que son particulares…por su forma, su sentido, su razón de ser.
Hay momentos en la vida que son claves en nuestros destinos.
Momentos que transpiran, momentos que se sienten.
Hay momentos decisivos… son momentos extraños…momentos que uno no sabe si los vive, los piensa o sólo los imagina.
Momentos que no son momentos…momentos que son la vida misma…que pasa delante tuyo y te mira fijo a los ojos.
Son alarmas, casos, situaciones, atenciones…son momentos.
¿Y qué hacer ante un momento que te inclina hacia lo que jamás imaginaste te ocurriría a vos?
Detenerse. Pensar. Evaluar. Imaginar. Proyectar. Sospechar. Inventar. Creer. Resignar. Arrepentirse. Disfrutar. Volver a detenerse. Pensar. Evaluar.
¿Y qué se hace cuando nada acompaña a estos momentos?
….
Silencio.
Y todo se derrumba. Todo.
Y no sabes cómo detenerlo. Cómo continuar tu vida maravillosa.
Y pensas.
Y sentis.
Y esperas.
Y nada, no pasa nada.
Todo lo contrario, lo que no debería pasar.
Y te empieza a pasar.
Y dudas.
Y volves a esperar.
Todo puede cambiar.
Todo.
Y se te va de las manos. No podes controlarlo.
Y esperas esa palabra que durante tantos años deseaste escuchar.
Y la sentís más lejana. Casi una utopía.
Y todo se derrumba ante ti. Todo.
¿Y qué haces en ese momento donde ves pasar tu vida por delante tuyo?
Todo lo que construiste. Todo.
Todo lo que imaginaste. Todo.
¿Haces un último intento o ya nada puede cambiar?
Tiene sentido.
Intentalo. Evaluá.
Todo puede cambiar.
Ya llega. Esperá un poco más.
Y sino cambia, cambiá vos.
Ya es tarde. Pero tiempo siempre hay…

Come on!!!!!!!!

Crucé la vereda de mis antojos y descubrí que me estabas esperando. De pronto, desperté y la vida había alzado vuelo hacia un destino imaginario.

Hoy camino despacio, lento, con pausa agitada. Y una felicidad a cuestas de un deseo que arranca, días eternos que esperan de este cuerpo para ser y sentir.

Y miles de cotorras que me alientan, me impulsan, me ayudan, me guían. Allí están ellas, siempre firmes para sonreirme. Con una mirada cómplice se detienen, toman aire y me gritan:

Come on!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Gracias amigas, a todas ellas, a todas ustedes, mis loras.

Foto: flickr.com