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Te vi pasar en una de esas tardes en que del cielo las gotas se resbalan y mojan suavemente el pavimiento sediento. Con lentitud, tus pasos reflejaban lo que tu mirada intentaba ocultar. El paso de los años dejó marcas en tu cabello con colores extraños. Allí estabas, tan distinta. Te reconocí por esa voz ronca, que en aquellos instantes en que nos supimos cruzar, me hablaste. Rechazaba tus palabras por los precisas que eran, y por la confusión que me generabas. Me llevabas al pasado por viajes escurridizos en donde las flores arrugadas por el tiempo respiraban aire de juventud. Y ahí quedaba por horas construyendo imágenes, narrando historias, buscando respuestas, olfateando el destino. Y continuabas haciendo destrozos en mi mente, escarbando lo invisible, lo que nunca fue pero siempre existió.
Hoy te vi pasar y me di cuenta que traías un equipaje cargado de preguntas que nadan en el aire húmedo haciendo esfuerzos por ingresar en mí. No te quiero cerca. Pero hoy, cuando te vi, supuse que por un buen rato te ibas a quedar.
Hace 13 años
2 comentarios:
Amiga!!!
Lindo, muy lindo tu nuevo espacio!
A las historias benassianas las voy a seguir buscando en la web!
Aplauso bien fuerte para el nombre de tu blog.
te quiero un montonón!!!
lorita ruletex.
Me encantó el relato Bel!.
Me gusta mucho el estilo.
Saludos...
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